Un entorno privilegiado lleno de paz entre Corralejo y El Cotillo

En un lugar de la isla… reinan dos viejos molinos, el silencio y la tranquilidad. Así es Lajares, un pueblo lleno de paz en un entorno privilegiado entre dos de los puntos más atractivos del norte de Fuerteventura: El Cotillo, con algunos de los mejores surf spots de la isla, y Corralejo, para quienes además de deporte o el relax más absoluto, quieren disfrutar del ajetreo de la zona más animada de la isla.

En Lajares el pasado y presente se integran a la perfección. Y es que resulta curiosa la población que se ha formado poco a poco entre “autóctonos” y amantes del surf venidos de todos los destinos de Europa. Entre sus calles encontrarás tiendas de artesanía tradicional canaria en las que todavía hoy las mujeres majoreras elaboran encajes y bordados típicos canarios, una importante variedad de negocios dedicados al surf, tiendas, talleres de reparación y escuelas de gran calidad.

Pero, además, sobre sus molinos, su Iglesia y sus casitas blancas, también reina un volcán negro que le da cierto aire de misterio. Es el volcán del Calderón Hondo, donde se inicia una interesante ruta que finaliza en Corralejo. Debido al pasado volcánico de la isla y de esta zona en particular, conocida como Malpaís de Mascona, el viento y la tierra han ido modelando sobre la lava basáltica un paisaje espectacular a lo largo del tiempo, creando enigmáticos paisajes como el de la Caldera Encantada que merece la pena conocer.

En definitiva, Lajares es un reducto especial del norte de Fuerteventura donde sus contrastes, su sencilla belleza y su inmensa tranquilidad, te harán sentir que estás en el destino perfecto.