5 lugares para visitar en la Ampuyenta

La Ampuyenta es una tranquila localidad perteneciente al municipio de Puerto del Rosario. Se encuentra a poco más de 15 kilómetros de la capital majorera.

El pueblo se localiza en las lindes de un fértil valle, protegido al Oeste por el macizo de Betancuria, y al Este por el Complejo montañoso de Montaña del Campo. Cuenta con una destacada riqueza hídrica. De este hecho eran conocedores los mahos, que traían hasta aquí a su ganado caprino para pastar.

El nacimiento de la Ampuyenta, como asentamiento permanente, está directamente vinculado al desarrollo de la agricultura cerealista, que surgió a partir de la segunda mitad del siglo XVI.

Este pueblo cuenta con varios bienes históricos y patrimoniales dignos de conocer, y que hoy te descubrimos.

¿Qué visitar en la Ampuyenta? 

1 – Hospital de la Caridad de San Conrado y San Gaspar

El Hospital de la Caridad de San Conrado y San Gaspar, más conocido como el Hospitalito, es una de las construcciones más identificativas de la localidad. Se sitúa en el margen derecho de  la carretera FV-20, la vía que conecta Casillas del Ángel con Antigua. 

El Hospitalito de la Ampuyenta consta de tres pabellones unidos entre sí al núcleo central, mediante un corredor. 

Este conjunto arquitectónico tiene tejado a dos aguas, cubierto de teja plana y cantería oscura en las esquinas. Su estructura recuerda, un poco, a los grandes hospitales del Renacimiento.

El Doctor Mena, en 1864, dejó en su testamento el dinero necesario para levantar el primer hospital de Fuerteventura. Sin embargo, este edificio no se empezó a construir hasta 1901. Se terminó de edificar en 1931 y nunca funcionó como hospital. 

Desde 2015 está habilitado como Centro de Interpretación de las Ermitas de Fuerteventura.

2 – Ermita de San Pedro de Alcántara.

 

 

Justo detrás del Hospitalito se encuentra la Ermita de San Pedro de Alcántara, uno de los templos más bellos de la geografía majorera.

Su fundación se debe al mecenazgo del capitán Pedro de Medina y su esposa Agustina de Bethencourt. 

El edificio, levantado a finales del siglo XVII, está rodeado de un muro almenado o barbacana pintado de blanco. El interior del templo guarda un importante conjunto de pinturas, tanto murales como de caballete.

 

La pintura mural de la ermita de La Ampuyenta está considerada como una de las más importantes y mejor conservadas de Canarias. Destaca por la calidad de la técnica ilusionista en la que se mezcla pintura, arquitectura y escultura.

La mayoría de las pinturas que acoge esta ermita tienen relación directa con la vida de San Pedro de Alcántara.

3 – Casa Museo del Doctor Mena

La casa del Doctor Mena se sitúa frente a la ermita de San Pedro de Alcántara, al otro lado de la carretera FV-20. Es una casa señorial construida a mediados del siglo XIX, en la que el Doctor Mena pasó los últimos años de su vida.

El doctor Mena nació en la Ampuyenta en el año 1800. Fue un facultativo de reconocido prestigio a nivel mundial, que se formó como médico en cirugía y enfermedades tropicales en Cuba y en Francia.

La Casa Museo del Doctor Mena es un conjunto arquitectónico, que consta de dos edificios de planta rectangular precedidos por un jardín.

El edificio principal es donde el Doctor Mena hacía su vida cotidiana y pasaba consulta médica. El inmueble, de una planta de alzada, excepto por el flanco oeste que es de dos, se estructura en torno a un patio central que cuenta con un impresionante aljibe.

En una visita por las instalaciones podrás ver su instrumental quirúrgico, algunos de sus libros, y también su rico mobiliario de maderas nobles.

El otro edificio está adosado al muro sureste de la casa principal, y tuvo la función de cocina y almacén.

4 – Casa natal de Fray Andresito

Uno de los principales atractivos de La Ampuyenta es la pequeña ermita que homenajea a Fray Andresito. Este santuario es el lugar donde nació y vivió el fraile franciscano Andrés Filomeno García Acosta. Está detrás de la casa del Doctor Mena.

Andrés vivió su infancia y juventud en la Ampuyenta, emigrando a Iberoamérica en 1832. Se estableció primero en Uruguay y más tarde en Chile, en cuya capital falleció en 1853. Desde que llegó a América se vinculó a la Orden franciscana. Dedicó su vida al apostolado y a las obras sociales.

De la casa original de Fray Andrés se conservan dos habitaciones. Sus muros, de gran grosor, sostienen una techumbre a dos aguas cubierta de torta. Llama la atención que el inmueble no tenga ventanas. El único vano que deja entrar la luz natural es una única puerta de tablazón de madera. 

En las paredes interiores de la ermita hay una serie de paneles. En ellos se narra la biografía de Fray Andresito. También cuenta con varias imágenes del venerable majorero. Un austero mobiliario, constituido por dos bancos y sencillas mesas, es todo lo que encontrarás en este curioso santuario. 

En una de las mesas hay un libro en el que los visitantes anotan mensajes. También dispone de un lugar donde depositar los donativos.

Toda la edificación está rodeada por una barbacana alta de piedra albeada.

5 –  Fuente de los Pocitos

La Fuente de los Pocitos es un estupendo lugar para descansar, o hacer asaderos, pues está acondicionado con mesas, asientos techados y barbacoas. Este lugar de esparcimiento se encuentra en el cauce del barranco de La Noria, en las proximidades de La Ampuyenta.

 

El atractivo de esta zona, de enorme interés biológico, radica fundamentalmente en sus siete fuentes naturales, una de las cuales llega a alcanzar los 20 metros de profundidad. Estas fuentes  desempeñaron, antaño, un importante papel, aprovisionando de agua a los vecinos de las localidades cercanas, y a las personas que utilizaban los caminos que pasan por estos lares.