Fuerteventura es la isla de mayor longitud de todo el archipiélago canario, y la segunda en extensión. Cuenta con decenas de lugares y rincones con encanto, para descubrir durante tus vacaciones. Si tienes poco tiempo, te proponemos los siguientes recorridos, visitando los enclaves imprescindibles en apenas 4 días.
Ni que decir tiene que, si dispones de más jornadas explora con más detalle estas rutas.
Día 0 – Descubre tu entorno más cercano
Las vistas que ofrece Fuerteventura desde el aire son singulares: kilómetros de playas, aguas de color azul turquesa, montañas de poca elevación, y pequeños núcleos poblacionales muy dispersos.
Antes de coger el coche y salir corriendo a explorar la isla, te pedimos que te des un paseo por el entorno más cercano a tu alojamiento.
Investiga dónde están los bares, restaurantes, lugares de ocio, y supermercados que vayan más con tu estilo de vida. ¡Ah! y qué no se te olvide apuntar sus horarios y los días que están abiertos.
Día 1 – Norte de Fuerteventura
El Norte de Fuerteventura es una de las zonas que puedes recorrer en un día. Descubrir esta parte de la isla es una buena opción para relajarse.
Empieza por las Dunas y las Grandes Playas de Corralejo, situadas en la costa noreste de la isla. Aquí puedes disfrutar de kilómetros de playas inundadas de arena fina y dorada, mientras se levanta el sol. Comprobarás que, en apenas unos minutos, pasas del frescor del amanecer a un cálido día, ideal para darse un relajado chapuzón.
Cuando, a media mañana, la gazuza empiece a hacer mella acércate hasta Corralejo. Allí hay una gran oferta de bares y restaurantes donde tomar un reconstituyente desayuno escuchando el rumor de las olas. Pasea por esta localidad, una de las más turísticas de Fuerteventura.
Ya que por la tarde os vamos a proponer visitar la costa noroeste de Fuerteventura, sería interesante comer por los pueblos del interior del municipio de la Oliva: Tindaya, Villaverde y Los Lajares cuentan con restaurantes donde degustar la rica gastronomía majorera.
Si decidiste comer por Tindaya, después del café puedes caminar por la base de su montaña mágica. Si elegiste Villaverde puedes contemplar sus molinos e incluso descubrir el malpaís de Montaña la Arena. Y si optaste por Lajares, un paseo por el Barranco Melián seguro que te sorprenderá.
Se acerca la tarde y no hay tiempo que perder. ¡¡Nos vamos a El Cotillo!!
El Cotillo es uno de los mejores lugares de Fuerteventura donde contemplar el atardecer. Además de pisar Piedra Playa, y la Concha, no puede faltar visitar la Torre del Tostón ni el Faro de El Cotillo.
Asimismo, si quieres conocer un lugar singular, acércate hasta la Playa del Hierro, cerca de Majanicho. Su suelo es de rodolitos y es popularmente conocida como playa de las Palomitas. Recuerda: está prohibido llevarse rodolitos.
Día 2 – Centro de Fuerteventura, día de los miradores
Después de tanto salitre seguro que quieres descubrir un poco de la zona interior de Fuerteventura. Esta parte de la isla se caracteriza por su paisaje montañoso.
Durante esta jornada descubrirás varios miradores, que te dan la oportunidad de conocer un paisaje diferente.
Iremos de norte a sur.
Mirador de Vallebrón: Situado en la carretera Fv-103. Desde este punto podemos ver con gran detalle la cara noroeste de la isla. Destaca la montaña sagrada de Tindaya, el Cotillo, parte de La Oliva, Los Pedregales, y el barranco de Esquinzo.
Mirador de Morro Velosa: Está enclavado en el Parque Rural de Betancuria, a casi 700 metros de altitud. Es uno de los miradores más populares de la isla. Cuenta con cafetería y un pequeño centro de interpretación. Desde aquí se divisa gran parte del norte y la zona centro de Fuerteventura.
Mirador de Guise y Ayose: En plena carretera FV-30 dirección Betancuria, y cerca de Morro Velosa, se encuentra el Mirador de Guise y Ayose. No tiene pérdida. Está presidido por dos enormes esculturas de más de 4,5 metros de alto. Las vistas son impresionantes.
Seguimos dirección Betancuria, y antes de adentrarnos en la localidad más antigua de la isla, es recomendable hacer un alto en el camino y ver, en unos minutos, el antiguo convento Franciscano de San Buenaventura y su entorno.
Ya en Betancuria lo ideal es tomarse un tentempié y recorrer su casco histórico paseando.
Sigamos con nuestro periplo por la carretera Fv-30. Dejamos Betancuria atrás. En esta vía hay que ir con precaución pues es bastante estrecha. En ella encontrarás un primer mirador con excelentes vistas al barranco de las Peñitas, a su ermita y la presa en primer plano.
Unos kilómetros más adelante, justo en el límite de los municipios de Betancuria y Pájara, está el imponente mirador Risco de las Peñitas, que no puedes dejar escapar. Cuenta con amplio aparcamiento.
Desde este punto hasta Pájara, apenas son 15 minutos en coche. Si tienes oportunidad, para en Pájara y visita la iglesia. Su portada es de las más interesantes de Canarias.
Como somos unos románticos y el atardecer se aproxima, el mejor sitio para contemplarlo es acercarse hasta Ajuy. Tardarás unos 10 minutos en llegar desde Pájara. Ya que estás aquí no dejes de visitar las Cuevas de Ajuy.
Día 3 – Zona centro y costa este de Fuerteventura.
Este es un buen día para conocer la capital majorera: Puerto del Rosario. La zona centro, la iglesia y el Museo dedicado a Miguel de Unamuno son los enclaves principales para ver.
Desde la capital de la isla hacia el sur, por la carretera FV-2 encontramos varios enclaves que no pueden faltar en el recorrido de hoy. Entre ellos están las Salinas del Carmen, muy cerca de la turística localidad de Caleta de Fuste, y el poblado de la Atalayita, en Pozo Negro.
Siguiendo hacia el sur, Gran Tarajal es el pueblo ideal para pasar unas horas en su playa de arenas negras, visitando la cercana localidad de Las Playitas , y si tienes tiempo, sube hasta el faro de la Entallada.
Puedes completar esta ruta con las visitas al Museo del Queso Majorero en Antigua, el Museo de los Molinos en Tiscamanita, y la ermita de San Pedro de Alcántara en la Ampuyenta.
Día 4 – Sur de Fuerteventura.
Cofete, una de las mejores playas de Europa, no puede faltar en tu visita relámpago a Fuerteventura. Sus 14 kilómetros de costa salvaje no dejan indiferente a nadie. Es el mejor lugar para olvidarse de las prisas, el estrés y los problemas.
Si quieres conocer Fuerteventura de punta a punta, entonces, una vez que hayas disfrutado de Cofete dirige tus pasos hacia el Faro de Jandía y Punta Pesebre. El paisaje es sencillamente abrumador.
Ahora, después de tanta paz toca algo más movidito. Para en Morro Jable para comer, allí tienes una amplia oferta gastronómica. No te puedes ir de Morro Jable sin haber paseado antes por sus playas.
Siguiente parada: playas de Sotavento. Aquí dispones, para divertirte, de más de 6 kilómetros ininterrumpidos de fina arena blanca.
Si este es tu último día de estancia en la isla, no te puedes ir sin haber pasado antes por el Mirador de Sicasumbre. Se encuentra en el margen izquierdo de la carretera FV-605, entre los kilómetros 11 y 12. Desde este enclave se divisa un paisaje de gran belleza hacia el Monumento Natural de Montaña Cardón y el Parque Natural de Jandía.
Si te queda un día más, acércate hasta el islote de Lobos, merece la pena.