Santuario de aves, un "vergel" con más de 130 especies de plantas, muchas endémicas de la isla

El Islote de Lobos, con apenas cinco kilómetros cuadrados concentra una de las joyas del archipiélago canario. Un Parque natural cuyo nombre responde precisamente a su población… multitud de focas monje también llamadas lobos marinos, que vivían allí cuando fue descubierta en el siglo XV, aunque ya casi forman parte de su historia.

Sin embargo la isla de lobos, hoy es un santuario de aves, algunas en peligro de extinción y un “vergel” con más de 130 especies de plantas, muchas endémicas del islote.

Aunque el alojamiento vacacional no está permitido en esta paraje, Lobos es un paraíso cercano al puerto de Corralejo, a tan solo 15 minutos en barco. Una excursión de un día es, sencillamente, algo que no te puedes perder. Es una experiencia inolvidable y totalmente recomendable para entendidos, biólogos, ecologistas, viajeros apasionados o amantes de la naturaleza. Atraen tanto el inmenso atractivo de sus playas y calas con sus espectaculares fondos marinos, como por sus inolvidables rutas a pie o en bicicleta o las preciosas vistas desde el Faro Martiño, al norte, uno de los símbolos de la isla.