La Oliva

Más de dos siglos de historia y un tesoro de la naturaleza: la montaña sagrada, Tindaya

¿Qué le hacen especial al pueblo de La Oliva? ¿Su historia? ¿Su enclave privilegiado, su tranquilidad o sus espacios naturales? Probablemente todo. Son muchos los atractivos por descubrir que ofrece este pequeño pueblo.

Situado entre El Cotillo y Corralejo, la Oliva fue capital y centro político de Fuerteventura desde principios del S. XVII hasta mediados del S. XIX. Más de dos siglos de historia que se pueden apreciar visitando entre otras construcciones singulares, la Casa de los Coroneles y la Parroquia de Nuestra Señora de la Candelaria.

La primera es una de las muestras de arquitectura civil más importantes de la isla y una de las más interesantes de todo Canarias. La iglesia es una gran obra mudéjar y popular de finales del siglo XVII que presenta las formas peculiares de la región y del renacimiento.

Pero, además, la Oliva alberga importantes tesoros naturales como la Montaña Sagrada de Tindaya, antiguo espacio de culto para los aborígenes que aún conserva grabados rupestres. En Tindaya destaca el monumento a Miguel de Unamuno en Montaña Quemada, exiliado en 1924 y obra del escultor Juan Borges, o el Paisaje Protegido de Vallebrón, donde se pueden ver las estructuras construidas para el aprovechamiento agrícola de la tierra en medio de un fértil valle.

Alojamientos destacados de La Oliva