Fuerteventura cuenta con una belleza única. En esta isla se combinan la aridez, las montañas, los valles y los barrancos para crear paisajes sorprendentes. Además de sus características geográficas, Fuerteventura es conocida por tener uno de los mejores vinos de Canarias: Conatvs, un excelente caldo que ha ganado importantes premios a nivel nacional e internacional. En este artículo, haremos un recorrido por la historia del vino en la isla, desde sus orígenes hasta la actualidad.
Aunque muchos piensan que fueron los conquistadores franco-normandos los que introdujeron las viñas en Canarias, la verdad es que la llegada de las primeras vides al archipiélago canario está ligada a la colonización castellana. De hecho, los primeros vinos que se consumían en Fuerteventura, y en el resto de las islas, procedían de Andalucía. A medida que avanzó el siglo XVI, también se extendió la plantación de viñas en Canarias, y los caldos que salían de ellas no solo abastecían a la población regional, sino que comenzaron a exportarse a Europa y las Indias.
El cronista y escritor Andrés Bernáldez, anotó a finales del siglo XV que Lanzarote:
“Es tierra para plantar viñas e árboles, salvo que no las ponen por el mucho ganado que los comen e destruyen”.
A su vez, se sabe, gracias a Andrés Bernáldez, que en 1495 Fuerteventura ya tenía viñas plantadas. Así lo relató:
“…hay muchas cabras, pocas vacas, parras de uva, huertas, almendros y otros árboles”.
Y, Aunque Bernáldez no hizo ninguna referencia al vino de Fuerteventura, es de suponer que algo de vino se producía en la isla por esa época.
El primer registro preciso de la producción vitivinícola en las islas proviene de Edmund Scory, un mercader inglés que había residido en la ciudad de La Laguna, a principios del siglo XVI. Scory describió dos tipos de vino en Tenerife:
“el vidueño y la malvasía. El vidueño lo produce una uva alargada, que da un vino flojo; la malvasía se saca de una uva gruesa y redondeada, y éste es el único vino que puede cruzar todos los mares del mundo y ambos polos sin agriarse o echarse a perder, mientras que los otros vinos se convierten en vinagre o se congelan conforme se aproximan al polo sur o al polo norte”.
En aquel entonces, tanto las islas de Tenerife como la de Gran Canaria ya abastecían de vinos a Fuerteventura. Los caldos eran cambiados por quesos, ganado y cereales majoreros. La producción vitivinícola en Fuerteventura era muy escasa, y los mejores años se podían elaborar entre 150 y 200 pipas de vino en la isla, una décima parte de lo que se producía en Tenerife, donde se elaboraban unas 20.000 pipas de vino anualmente
La producción de vino en Fuerteventura siempre fue para el mercado local.
Actualmente, Fuerteventura cuenta con un centenar de agricultores dedicados al cultivo de las vides. De ellos una veintena producen vinos, y son solo tres las bodegas que comercializan sus vinos en el mercado: Gavias, El Sordo y Conatvs, esta última la que más reconocimiento y premios ha granjeado en estos últimos años.
Bodegas Conatvs: Fomentando la tradición vinícola y la agricultura en Fuerteventura
Nuestra isla es el hogar de una tradición vinícola en constante evolución. La bodega Conatvs de Pedro Antonio Martín Hernández es un ejemplo de ello ya que, además de producir vinos de alta calidad y con personalidad propia, busca recuperar la agricultura y el cultivo en gavias, una técnica ancestral que se utiliza en Canarias.
La bodega lanzó su primer vino tinto Conatvs en 2016, y en poco tiempo ganó la Medalla Bacchus de Plata en el XVII Concurso Internacional de Vino. Este vino se elabora con uvas de la variedad Listán Negro y es un claro ejemplo del compromiso de la bodega con la calidad y la singularidad de sus vinos.
En 2017, salió a la luz su vino blanco Airam, elaborado con uvas de la variedad Diego. Este vino ha ganado varios premios, incluyendo la Medalla de Plata en AgroCanarias 2021.
El vino más reciente de la bodega es Conatvs Pink, un vino rosado que ya ha ganado el oro en el Concurso Mundial de Bruselas 2021.
La bodega de Pedro Antonio Martín Hernández es una joya en la corona vinícola de Fuerteventura. Además de producir vinos excepcionales, esta bodega se preocupa por preservar la tradición vinícola y la agricultura en la isla.
Acercarse a la bodega Conatvs es una oportunidad para conocer la historia, la cultura y las tradiciones de Fuerteventura a través del vino.
La visita se convierte en una experiencia enriquecedora que comienza con un paseo por los viñedos. Durante el recorrido se explican las variedades de uva que se cultivan, todas ellas autóctonas del archipiélago Canario, y sus características,. Los visitantes también podrán conocer la historia de la bodega y los desafíos a los que se enfrentan al elaborar vino en una isla con un clima semidesértico y sequía constante.
Después del recorrido, toca conocer la bodega, el lugar donde se elabora y embotella el vino. Aquí se explica el proceso de producción y se pueden apreciar de cerca las técnicas y herramientas utilizadas en la elaboración del vino. La experiencia culmina en la sala de catas, donde se degustan tres vinos, en un ambiente rústico y relajado, acompañados de pan, aceitunas, aceite de oliva y queso de la isla.