LA SAL EN FUERTEVENTURA

Fuerteventura cuenta con unos 340 kilómetros de costa. Esta gran extensión no solo permite disfrutar de unas increíbles playas, torrarse al sol o practicar deportes acuáticos, sino que también tiene un papel fundamental en la vida de sus habitantes. La costa majorera es una estupenda fuente de recursos naturales, que ha sido aprovechada desde los primeros pobladores hasta nuestros días. Se ha utilizado para pescar, recolectar diferentes moluscos, y para la extracción de sal marina.

Hoy nos acercamos a la fascinante historia de la sal en Fuerteventura.

La Sal de Fuerteventura.

La sal es uno de los elementos más importantes en el sostenimiento de la vida, y ha jugado un papel fundamental en la historia de la Humanidad. 

Si de algo nos podemos sentir orgullosos, en Fuerteventura, es de la excelente calidad de la sal que se produce por estas latitudes. Entre los usos más comunes está la de completar la dieta del ganado, el consumo propio, conservación de alimentos, y secar el pescado, que por aquí llamamos “jarear”.

En Fuerteventura contamos con dos tipos de salinas, unas construidas por el hombre, como las Salinas del Carmen, y otras naturales.

Las salinas naturales constituyen parajes únicos, bellos y singulares. Estas se localizan, principalmente, en la costa Oeste de Fuerteventura. Lo abrupto del terreno, el fuerte oleaje, y el viento casi constante, que zumba en la costa occidental, es responsable de que muchas de las salinas naturales se encuentren en esta parte de la isla.

De manera resumida, podemos decir que, las salinas naturales se han originado en pequeños charcos, alejados de la zona intermareal.

El fuerte viento provoca que las salpicaduras de las olas entren unos metros tierra adentro, creando pequeños charcos. La acción del sol hace que el agua se evapore y que la sal se vaya “cuajando” en los cocederos, dejándonos espectaculares tapices blancos que contrastan con la negrura de la roca volcánica.

Recorrer la isla haciendo geoturismo, en busca de salinas naturales puede convertirse en una experiencia vivificante. Es ¡¡Nuestra búsqueda del tesoro particular!!.

Historia de la extracción de sal en Fuerteventura

Los Mahos (Aborígenes de Fuerteventura llegados de África) se acercaban a la costa tanto para recolectar moluscos, como para pescar, y coger sal. Existen muy pocas referencias documéntales sobre la producción y uso de la sal en la cultura aborigen. Sin embargo, sabemos que éstos obtenían la sal, directamente de los charcos formados por la pleamar, y que además salaban el pescado.

La gran cantidad de cocederos o “pilas” naturales fueron los únicos ingenios salineros de los que se tiene constancia hasta el siglo XV. Los Mahos llegaban a rebajar el fondo de algunos de estos cocederos para obtener mayor cantidad de sal.

Tras la Conquista franco-normanda, a principios del siglo XV, los cocederos naturales pasaron a formar parte de las propiedades del señorío. Sin embargo, la sal se consideraba un “Bien común” y el derecho de uso correspondía a sus habitantes. Los vecinos podían recoger libremente la sal necesaria para su abasto. Eso sí, había personas responsables de la vigilancia de las salinas, para que nadie acaparara más de lo necesario, y que ningún vecino estuviera más de una jornada recogiendo sal. También estaba totalmente prohibido venderla o exportarla a otras islas.

A pesar de ser parajes naturales, estos espacios tenían sus nombres. Las más conocidas fueron las Salinas de La Imagen, La Vieja Pescadora, y la de Aguas Verdes, entre otras.

Si se requería mayor cantidad de sal, las pilas, eran llenadas artificialmente, y la salmuera era traspasada a otros oquedales más pequeños. También se hacían pequeños diques de piedra. Finalmente, la flor de la sal se raspaba, y se llenaban los serones para ser transportados. Pero ahí no había acabado el trabajo. La sal había que secarla, para lo que se extendía la sal, durante unos días sobre grandes lienzos, al resguardo de la maresía y de la humedad. Esta labor se realizaba principalmente en verano, incluso había personas especializadas en estos menesteres, eran “Los Raspadores”.

Fuerteventura no contó con unas auténticas salinas hasta finales del siglo XVIII, cuando se crearon las Salinas del Carmen. Pero estas no fueron las únicas. También se construyeron salinas en Morro Jable, Gran Tarajal, Puerto del Rosario y en la Isla de Lobos. Probablemente hubo otras salinas en la desembocadura del barranco de Muley, en el Matorral. Pero de estas últimas no quedan vestigios.

La pervivencia de las Salinas del Carmen, así como el legado cultural que han dejado, conforman un entorno digno de conocer.

Preguntas frecuentes sobre la Sal de Fuerteventura:

¿Se pueden visitar las salinas naturales de Fuerteventura?

Sí, además es una manera diferente de conocer la isla.

¿Es una visita recomendable para ir con niños?

La mayoría de las salinas naturales se localizan en la costa occidental, que es muy abrupta. Extrema las precauciones si vas con menores.

¿Tienen señalización las salinas naturales?

No, las salinas naturales no están señalizadas por el Cabildo o otros organismos oficiales. Si quieres visitarlas tendrás que preguntar a los vecinos de la zona, sobre todo, a la gente mayor.

¿Cuántas salinas naturales hay en Fuerteventura?

En Fuerteventura hay 8 salinas naturales:

  • Baja del Cotillo.
  • Playa de la Mujer .
  • Salinas de La Pescadora.
  • Salinas del Paso del Diablo.
  • Salinas del Gavioto
  • Salinas de Playas del Valle
  • Salinas del Vigocho
  • Punta Pesebre.
¿Se puede coger sal de las charcas naturales en Fuerteventura?.

No, esta práctica está totalmente prohibida y es ilegal.

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