Fuerteventura es el destino ideal para viajar en familia. Aquí encontrarás todo lo que necesitas para desconectar durante tus vacaciones. Podrás disfrutar tanto de establecimientos dedicados al ocio nocturno, como de playas y parajes situados en un marco incomparable, que te harán sentir como un auténtico explorador.
Fuerteventura atesora una buena cantidad de rincones en los que además de disfrutar podrás aprender un poquito más de nuestra historia, de nuestra cultura. Si quieres descubrir uno de los enclaves naturales más espectaculares de la isla, entonces sigue leyendo. Nos asomamos a las cuevas de Ajuy, una visita entretenida e incluso educativa.
¿Dónde está Ajuy?
Ajuy es un pequeño y encantador pueblo situado en la costa Oeste de Fuerteventura. Aunque actualmente, Ajuy, vive sobre todo del turismo, sus orígenes son pesqueros. Eso sí, todavía quedan familias dedicadas a la pesca de bajura.
Ajuy cuenta con varios rincones de una belleza natural que atrapa a todo el que se acerca. Por un lado, está su playa, embutida entre altos escarpes rocosos, una de las pocas playas de arena negra de la isla. Y por otro lado están sus cuevas.
Acercarse al entorno de Ajuy es una visita obligada. Aquí se encuentran las formaciones rocosas más antiguas de Canarias, que datan de hace más de 100 millones de años.
¿Cómo llegar a las Cuevas de Ajuy?
Una vez hayas llegado al pueblo de Ajuy, dirígete a su playa. Allí verás, a mano derecha, un sendero que es el que tendrás que coger para ver las Cuevas de Ajuy. En algo más de 20 minutitos estarás en la boca de las espectaculares cuevas. Pero antes, habrás pasado por varios puntos dignos de mencionar, como son: las playas levantadas, los hornos de cal y la casa de la aduana.
En todo el primer tramo, antes de alcanzar los hornos de cal, irás caminando sobre unas impresionantes formaciones de arena petrificada, son las Playas Levantadas. Este espacio formaba parte del lecho marino de hace millones de años. Pero los movimientos telúricos ocasionaron que se elevaran, poniéndolas al alcance de la vista. Posteriormente, todo el perfil costero se volvió a llenar de lavas basálticas, dejando estos impresionantes acantilados, de más de 40 metros de altura, que tanto caracterizan a la costa Oeste de Fuerteventura.
A unos 500 metros de haber comenzado el paseo hacia las Cuevas de Ajuy, podremos ver restos de la antigua y floreciente industria calera.
Todavía quedan en pie tanto los antiguos hornos de cal, que estuvieron funcionando durante más de un siglo, como la casa de la aduana. También se conservan restos de las rampas utilizadas para acercar la cal a los barcos, así como del embarcadero.
¿Qué veremos en las Cuevas de Ajuy?
Las Cuevas de Ajuy son uno de los principales reclamos turísticos de esta parte de Fuerteventura. Forman parte del Monumento Natural de Ajuy.
Las cuevas son unos impresionantes oquedales que la naturaleza ha formado en el cantil costero. Son amplias pero no son profundas. En su parte más alta el techo se encuentra a más de 15 metros de altura del suelo. Las cuevas se van estrechando a medida que nos adentramos en su interior. Al llegar al fondo veremos unas perforaciones artificiales. Estas forman parte de un antiguo túnel que se intentó excavar en la roca.
El túnel de las Cuevas de Ajuy
Uno de los minerales que se extraían en algunos puntos de Fuerteventura era la sienita, material utilizado en la elaboración de adoquines. De hecho, hoy en día quedan adoquines majoreros en el barrio de Vegueta, en Las Palmas.
Al igual que pasó con la cal, la elaboración de adoquines fue una manera más de sacar un rendimiento económico a las entrañas de la tierra. Se proyectó una infraestructura, con railes y vagonetas para transportar los adoquines desde las canteras hasta el puerto. El objetivo del túnel era la de conectar la playa de Ajuy con el refugio del Puerto de la Peña, para poder facilitar así el embarque de la piedra. Además, cerca de los hornos de cal de Ajuy había una cantera de sienita. Finalmente este túnel no se terminó de construir. Sin embargo, la zona perforada fue utilizada como alojamiento para los trabajadores de la cal y algunos marineros que se acercaban hasta la playa.
Como apunte histórico comentaremos que, en esta parte de la isla fue por donde Jean de Bethencourt, con veintitrés normandos y cuarenta andaluces, arrió en 1.402, para comenzar la conquista de Fuerteventura. Durante varios siglos el Puerto de Ajuy fue uno de los más importantes de la Maxorata.
Otras preguntas frecuentes sobre las cuevas de Ajuy.
¿Es gratuita la visita a las Cuevas de Ajuy?
Sí, la visita a las Cuevas de Ajuy es totalmente libres y gratuitas. Hubo, hace unos años, intentos por parte de particulares de cobrar una “entrada” para permitir el acceso a las cuevas. Por suerte esto quedó en una anécdota.
¿Qué se puede ver cerca de las Cuevas de Ajuy?
El pueblo de Ajuy cuenta con restaurantes y otros servicios para pasar un agradable día de playa, pero si estás buscando algo más tranquilo, entonces te recomendamos que visites la Playa del Jurado, y el Palmeral de Madre del Agua, dos enclaves únicos, situados a un par de kilómetros de Ajuy.
¿Es recomendable visitar las Cuevas de Ajuy con niños?
Actualmente el camino hasta las mismas cuevas está adaptado, para que todas las personas que no tengan dificultad de movilidad puedan visitarlas. Sin embargo, al ser una zona algo agreste y con acantilados, hay que extremar las precauciones cuando se va con niños.