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Las Navidades en Fuerteventura
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Las Navidades son las fiestas por excelencia para pasar en familia y con personas queridas.
Los excesos gastronómicos y la vorágine consumista de estas fiestas no son la consecuencia de vivir en un mundo globalizado. Siempre tuvieron esos tintes.
Aunque las Navidades están unidas a la religión cristiana, sus orígenes son paganos y se pierden en la noche de los tiempos. Todas las culturas, incluso la aborigen canaria, han celebrado el solsticio de invierno (21 de diciembre). Los días señalados de nuestras fiestas navideñas, Navidad y Adoración de los Reyes, distan 12 días, los mismos que hay entre el año lunar de 354 días y el año solar de 365. Esos 12 días eran utilizados, tanto en el antiguo Egipto como durante el imperio romano, para celebrar fastuosas fiestas llenas de todo tipo de excesos. Pero no queremos retroceder tanto en el tiempo. Sin embargo, esta pequeña introducción nos puede servir para tener una visión distinta y más abierta de las Navidades.
Actualmente las Navidades comienzan con las vacaciones escolares. Pero, hace unas décadas el 13 de diciembre, festividad de Santa Lucía, era el día que empezaba el periodo navideño, y concluía con la Visita del Niño Dios.
Si alguna vez te preguntaste como se vivían las Navidades en Fuerteventura, quédate con nosotros, te daremos unas pinceladas.
Las Navidades en Fuerteventura
Antiguamente las Navidades eran unas celebraciones colectivas, del pueblo, donde las clases sociales se difuminaban. Se vivían en las calles y plazas, se bailaba en las iglesias y las casas estaban abiertas de par en par. La burguesía era la que celebraba la Navidad cenando en torno al mismo tronco familiar.
La llegada de la luz a las casas majoreras (años 70 del siglo XX), unido al boom turístico, y la popularización de la TV, supuso un gran salto en la manera de vivir del majorero. Se comenzaron a abandonar algunas ancestrales tradiciones, se importaron otras, y muchas se modernizaron.
Entre las tradiciones que se han dejado de celebrar en la Navidad majorera se encuentran los Ranchos de Pascua.
Ranchos golosos y de Pascua
Los Ranchos, es una de las tradiciones más antiguas de Canarias. Sus orígenes se remontan a finales del siglo XV. Consisten en un grupo de músicos que recorren calles y casas, cantando canciones lastimeras y orando por los finados. Recogían ofrendas en dinero y en especias para celebrar misas a favor de los difuntos. Los Ranchos duraban desde el 1 de Noviembre (día de Difuntos) hasta el 2 de Febrero (día de la Candelaria). Los Ranchos que se realizaban desde el 13 de diciembre eran los Ranchos de Pascua, y sus cánticos tenían como tema principal la Natividad.
Esta tradición está en serio peligro de desaparecer. Por suerte, los Ranchos de Ánimas de Tiscamanita y de Tetir, mantienen viva esta tradición en Fuerteventura.
Los ranchos golosos estaban formados por agrupaciones de vecinos que se reunían espontáneamente, y recababan un aguinaldo que empleaban en una cena en la que participaban todos los miembros del rancho.
Belenes
En Fuerteventura los Nacimientos o Belenes se colocaban, tiempo atrás, el 13 de diciembre. Se realizaban, en cada casa y parroquia, de modo artesanal, con elementos que se tenían a mano, como raíces, cañas, papel, una pasta de harina que era pintada posteriormente, etc. Lo primero que se hacía era sembrar trigo, alpiste y lentejas por separado en recipientes de pequeño tamaño y de poca altura. Todas estas semillas germinan en unos 10 días, llenando de verdor el Nacimiento, justo el 25 de diciembre.
Misas llenas de jolgorio
Las misas de Nochebuena solían ser muy concurridas y estaban sumidas en un ambiente festivo, irreverente, casi carnavalesco. Intervenían panderos, flautas y otros instrumentos rústicos que hacían bastante bulla. Se cantaban todo tipo de coplas. Algunas personas se disfrazaban. Se hacía el “Baile del Niño”, unas danzas, algo alocadas, dentro de la iglesia, y alrededor del Niño. Posteriormente se representaba alguna obra de teatro, se contaban chistes y se divertían hasta el amanecer. En Tuineje, por ejemplo, cantaban versos al Niño Jesús pidiendo lluvia. También se representaba una curiosa danza, ”La Lucha del Diablo y el Ángel”.
Esta manera tan diferente y alegre de celebrar la misa de Nochebuena desapareció en las primeras décadas del siglo XX.
Auto de Reyes Magos
Desde la Edad Media se celebran los Auto de Reyes Magos. Eran representaciones populares, en varios actos, que se realizaban dentro y en los alrededores de las iglesias. En el Auto se cuenta lo acontecido desde la Anunciación hasta la visita de los Reyes Magos al Niño. Se escenificaba en todos los municipios de Fuerteventura, mientras que en la puerta de las iglesias esperaban los camellos.
El texto más largo de los representados en Canarias, era el de Betancuria, que cuenta con algo más de 1.800 versos, y que podría proceder de un texto original de Fray Gaspar Fernández de Ávila. Su puesta en escena duraba seis horas y era acompañada de isas, folías, malagueñas, timples y coros poco afinados.
Esta función desapareció en los 80 del pasado siglo. Pero gracias al tesón de los vecinos de Betancuria, en 2010, se consiguió recuperar.
Cabalgata de Reyes Magos
El Auto de Reyes, fue el antecedente de la Cabalgata de Reyes Magos. La primera proto-cabalgata, en nuestro país, data de 1866. La comitiva de jinetes que repartían regalos a los niños pobres evolucionó hasta convertirse en un desfile cuasi circense, de carrozas, animación, y personajes curiosos que reparten caramelos y juguetes. La primera cabalgata de Reyes Magos en Fuerteventura tuvo lugar en las navidades de 1962.
Gastronomía navideña en Fuerteventura
Las fechas navideñas son pródigas en la elaboración de platos especiales y postres que endulzan las comidas y las cenas de estos días festivos.
Entre los platos tradicionales se encuentra el pastel de carne. Entiéndase éste pastel como una masa de hojaldre que envuelve un trozo de carne, por lo general cerdo, aderezado con matalauva, almendras, y otras exquisiteces. La cazuela de gallina era otra de las comidas reservadas para Navidad.
Dentro de las recetas dulces se encontraban el pan de fiesta, las truchas rellenas de batatas, el queso con almendras y el bienmesabe.
