El Guirre: amo y señor de los cielos majoreros

Fuerteventura alberga la mayor cantidad de especies de aves del archipiélago Canario. Es, por tanto, un lugar de gran valor científico y conservacionista a nivel ornitológico. Cuenta con más de 300 especies de aves citadas hasta el momento. Entre ellas destacamos algunas de gran interés, como la tarabilla canaria, la hubara canaria, el corredor sahariano y la ganga ortega. Pero si hay un ave emblemática, que surca los cielos de Fuerteventura, ese es el guirre majorero (Neophron percnopterus majorensis), una subespecie de Alimoche endémica exclusiva de Canarias y, por tanto, única en el mundo.

En Fuerteventura habita la mayor población de guirres de todo el archipiélago. Sus más de 1,6 metros de envergadura alar y su característico plumaje (negro, blanco y amarillo), hacen que esta rapaz no pase desapercibida. 

El guirre: un ave sagrada.

El guirre era un ave sagrada para los aborígenes de todas las Islas Canarias. Los consideraban la representación del alma de sus ancestros, que sobrevolaban los cielos para vigilarlos y así poder protegerlos.

Los aborígenes hacían rogativas y rituales en los que ofrecían animales muertos a los guirres a cambio de su protección. 

Asimismo, antes de la conquista franco-normanda, solo las personas de gran importancia como chamanes y reyes podían adornarse con sus plumas.

En Fuerteventura, el guirre, tiene además una gran importancia cultural. Las leyendas sobre este pequeño buitre han perdurado a lo largo de los siglos, gracias a la tradición oral. Una de estas leyendas relaciona al guirre con el mito del Ave Fénix. Asegura que cuando los guirres sienten la muerte, vuelan hacia el cielo y se desvanecen en el aire.

Al parecer y según las crónicas de la conquista, allá por los albores del siglo XV, los guirres mostraban una gran confianza al ser humano. El conquistador Jean de Betancourt dejó constancia que estás aves  “… van siempre en medio de la gente y no dejan ninguna suciedad”

El guirre: en el campo

Los guirres son aves estrictamente carroñeras. Sobrevuelan los cielos buscando vertederos en los que encontrar basura orgánica.

Antaño poblaban todas las islas del archipiélago, pero, una desmerecida fama entre las gentes del campo unida al uso de venenos, y la implantación de tendidos eléctricos provocaron, a mediados del siglo XX, su casi total desaparición.

Por suerte, la idea de que los guirres atacaban al ganado se desterró hace décadas del ideario colectivo. Hoy en día el guirre es considerado, por agricultores y ganaderos, como una de las aves más nobles y útiles en el campo. Es la única rapaz carroñera de Canarias, beneficiosa para el hombre, ya que, limpia el campo de animales muertos, evitando así la propagación de enfermedades y la contaminación de las aguas.

El resurgir del guirre

Tras extinguirse en la mayoría de las islas canarias, en los años 80 del pasado siglo, Fuerteventura, Lanzarote y los islotes constituyeron el último refugio del guirre en Canarias. Con solo algo más de 20 parejas a principios de la década de 2000, un plan de recuperación llegó, justo a tiempo, y puso las bases para que hoy la isla pueda contar de nuevo con unos 400 individuos.

¿Cómo identificar al guirre?

La silueta del adulto de guirre es inconfundible: Pecho, garganta y buena parte de las alas son blanco-hueso, con una amplia banda de plumas negras en las alas. La cola es blanca y tiene forma de cuña. La cara es amarilla y la cabeza puntiaguda. El pico, que usa para despedazar sus presas, es largo y corvo, de color negro.

En la parte trasera de la cabeza tiene una especie de “plumacho”. 

Las patas están desnudas de plumaje y suelen ser de color gris  aunque también las tienen de tonos amarillo carne, con uñas negras y débiles. La hembra es algo mayor que el macho.

Los jóvenes guirres muestran un plumaje pardo oscuro. Tardan de 5 a 6 años en llegar a adquirir su completo plumaje de adulto.

¿De dónde procede la palabra guirre? 

La palabra guirre ya aparece en documentos históricos de finales del siglo XVI. En un principio se pensó que este vocablo procedía de una palabra aborigen, de origen bereber. Sin embargo, tanto el Diccionario Histórico del Español de Canarias como el Diccionario Diferencial del Español en Canarias (DDEC) se inclinan más por pensar que el origen de la palabra guirre es onomatopéyico, concretamente de la voz salmantina guirle, guirre, guirri(o).

¿Dónde se puede ver y fotografiar al guirre majorero?

Aunque los guirres nidifican en zonas donde los escarpes rocosos son abundantes, no hace falta trepar por las montañas para observar el vuelo de estas aves, pues están por toda la isla, especialmente donde hay explotaciones caprinas.

El Cabildo de Fuerteventura cuenta con dos muladares: uno en Tiscamanita y otro en Villaverde, donde es más fácil ver los guirres. 

Consejos para cuando salgas al campo:

El periodo reproductivo del guirre es de abril a julio. Estas aves están en peligro de extinción. Son muy susceptibles a cualquier cambio de su entorno. Si se ven estresadas pueden llegar a abandonar a sus crías ¿Y no queremos eso, verdad?. Por ello, cuando salgamos al campo, especialmente durante la época de cría del guirre, sería bueno tener los siguientes aspectos en consideración.

  • No salirse de los senderos habilitados.
  • Hacer el menor ruido posible al caminar y no alzar la voz en zonas donde puedan haber nidos de guirre.
  • Vestir con ropa de tonalidades terrosas, verdes o grises. Las rapaces ven muy bien los colores y se asustan con facilidad al observar colores con mucho contraste, como es el blanco.
  • Si pasas cerca de un nido, detente y da media vuelta sobre tus pasos, por la misma senda.

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