Se acerca el buen tiempo, las horas de luz se van alargando y apetece descubrir la isla dando pequeños paseos.
Hoy queremos poner en valor una ruta de apenas 4 kilómetros, que atesora importantes hitos etnográficos, culturales e históricos del norte de Fuerteventura. El sendero une la localidad de Los Molinos con la Playa de Jarugo.
Ruta playa de los Molinos – playa de Jarugo
La senda que conecta las playas de Los Molinos y la de Jarugo es lo suficientemente amplia como para recorrerla en bici. Esta opción será la mejor en los días donde el calor apriete.
Comenzando la ruta: Los Molinos
El Puertito de los Molinos es un pequeño caserío perteneciente al municipio de Puerto del Rosario. Se localiza en la vertiente oeste de la isla. Cuenta con unas pocas casas, que fueron levantadas de manera artesanal, a orillas del bravío océano. Altos escarpes rocosos protegen este asentamiento de los fuertes vientos dominantes que azotan esta parte de la isla.
A pesar de que Los Molinos está habitado de manera permanente por una docena de vecinos, durante los fines de semana y épocas estivales se convierte en un auténtico hervidero de curiosos, turistas y majoreros. Tenlo presente si vienes en fin de semana.
A la entrada de Los Molinos hay una explanada donde puedes aparcar el vehículo. Nada más bajarte del coche verás el Restaurante Casa Pon. Pues bien, a su derecha sale una pista de tierra que va pendiente arriba. Cógela. La subida no dura mucho, menos de 5 minutos.
Los primeros elementos de valor etnográfico que encontrarás en el camino son los hornos de cal. Estas estructuras forman parte de un floreciente pasado.
Desde principios del siglo XIX hasta bien entrado el XX, la industria de la cal se convirtió, en uno de los motores económicos más importantes de Fuerteventura. Desde el Puertito de los Molinos se embarcaron toneladas de piedras de cal hacia otros puertos. También se levantaron varios hornos, cuyas estructuras de planta circular y desarrollo troncocónico todavía se conservan.
Una vez hayas superado la pendiente se abrirá ante tus ojos una inmensa planicie, compuesta por los Llanos de los Opares y los Llanos de la Predrera.
Recorriendo los Llanos de los Opares y de la Predrera.
La pista más ancha, apta para vehículos 4×4, se dirige hacia la derecha, posteriormente gira a la izquierda por la árida llanura. Si la coges llegarás igualmente a la playa de Jarugo, pero te perderás la espectacularidad del paisaje costero. Por ello te proponemos que busques cualquiera de las múltiples veredas que bordean el cantil costero, y la recorras con precaución.
La Cresta, Los Opares y la Punta del Salvaje son los tres salientes más destacados del primer tramo. Acercarse a ellos es asomarse a maravillosos balcones con privilegiadas vistas hacia el suroeste de Fuerteventura. En los días claros se puede vislumbrar hasta el arco de Cofete.
La llanura también tiene su encanto. Está jalonada por restos de asentamientos aborígenes. Los mahos habitaron esta planicie. Aquí encontraron pastos para su cabaña caprina y agua suficiente para abastecerse.
De la Punta del Salvaje a Jarugo.
Una vez pasada la Punta del Salvaje ya solo visualizaremos la costa norte. Es posible observar cómo intrépidos pescadores, ataviados con largas cañas, recorren la orilla de la bahía del Salvaje buscando el mejor rincón para faenar. Ahora bien, las aguas bravas, el fuerte viento y el oleaje hacen que la zona no sea apta para el baño.
La Punta del Salvaje acoge una gran cantidad de fauna marina. Meros, morenas, viejas y sargos, son las piezas más valoradas por los pescadores.
El siguiente hito es la Gambuesa de Jarugo, situada a 500 de nuestra meta: la playa de Jarugo.
¿Qué es una gambuesa?
Las gambuesas son estructuras ganaderas de tendencia circular,. Están construidas con mampuestos y llegan a sobrepasar los 2 metros de altura. Constan de un corral mayor y de otros, de menor tamaño, adyacentes.
Las gambuesas son de origen prehispánico y a día de hoy se siguen destinando al mismo uso para el que fueron construidas. En ellas se encierran las cabras reunidas en una apañada.
Los objetivos de las apañadas pueden ser tan diversos como comprobar el estado del ganado, proveerse de carne, marcar ejemplares nuevos, capar machos cabríos, ahijar, coger ejemplares para los rebaños domésticos, la venta de baifos, etc. Esta tradición se llevaba a cabo desde los albores de la cultura majorera, siendo una actividad común para los primitivos «majos», que es como se conoce a los antiguos habitantes de Lanzarote y Fuerteventura antes de su conquista por parte de los europeos.
Pasando la Gambuesa de Jarugo la pista se hace algo pendiente y va a desembocar a las proximidades de la playa de Jarugo.
Fin de trayecto: playa de Jarugo
La playa forma una abierta ensenada rodeada de pequeños acantilados, que además de conferirle una gran belleza, la resguardan de los vientos dominantes. En Jarugo dispones de unos 250 metros de longitud y 40 metros de ancho, de playa de arena fina, para acomodarte y pasear libremente.
¿Qué fauna se observa en la ruta Playa de Los Molinos – Playa de Jarugo?
Aunque la altura del litoral es reducida, y su extensión limitada, estos cantiles costeros aglutinan una fauna variada y de gran interés. Destaca la presencia de rapaces como el guirre, el halcón de Berbería y el cernícalo vulgar. También la pardela cenicienta, la pardela macaronésica y la pardela chica suelen habitar las zonas rocosas.
En la llanura cercana son las aves esteparias, como las hubaras, gangas ortegas o alcaravanes, las que campan a sus anchas por la zona.
Datos de interés:
- Ruta 7: Los Molinos – Playa de Jarugo
- Duración: 1 h – 1 h 30 min.
- Recorrido: 3,7 km.
- Dificultad: media.
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