Eustaquio Gopar: Un majorero entre los héroes de Baler

heroes de Baler

¿Quienes fueron los héroes de Baler?

Se conoce como “héroes de Baler” o “los últimos de Filipinas” a medio centenar de soldados españoles que lucharon y resistieron 337 días de asedio, a finales del siglo XIX, en la iglesia de Baler, una localidad situada en la costa oriental de la isla de Luzón, la más grande de Filipinas.

Iglesia de Baler
Iglesia de Baler

Recordemos que el archipiélago de Filipinas, conformado por miles de islas fue, durante más de tres siglos y hasta 1899, una provincia española de ultramar. 

Entre los 55 hombres enviados a Baler había dos majoreros. Eustaquio Gopar fue el único, de los dos, que consiguió sobrevivir. El otro majorero fue Rafael Alonso Mederos, quien pereció el 8 de diciembre de 1898 de beri-beri en la iglesia sitiada. En el mismo templo fue enterrado, al igual que otros de sus compañeros.

Biografía de Eustaquio Gopar Hernández.

Eustaquio Gopar
Eustaquio Gopar

Eustaquio Gopar Hernández nació el 2 de noviembre de 1876, en el seno de una familia ganadera, dedicada al cuidado de las cabras.

A finales del año 1897, Eustaquio Gopar, se enroló en el ejército y fue destinado a Filipinas, concretamente al Batallón Expedicionario de Cazadores nº 2. Llegó a Manila en febrero de 1898 y de allí lo trasladaron a Baler.

Antes de seguir con la vida de Eustaquio Gopar os contamos, a groso modo, lo ocurrido en Baler.

¿Qué ocurrió en Baler?

Desde 1896 los filipinos luchaban contra España, para recuperar sus tierras y obtener así la independencia. Sin embargo, la entrada en escena de Estados Unidos, que apoyó en un primer momento a los filipinos, tuvo consecuencias fatales tanto para el imperio español como para el ejército.

El 30 de junio de 1898 los militares españoles cayeron en una emboscada de los insurgentes filipinos. Los españoles se refugiaron en la iglesia de Baler, por ser este el edificio más sólido y defendible en  el caso de prolongarse la situación en el tiempo. 

Tres meses después de que se firmara el armisticio entre España y Estados Unidos, los héroes de Baler seguían defendiendo su posición, ajenos a que la contienda bélica había terminado. Los españoles se enfrentaron a más de 1000 enemigos, de los que 700 resultaron muertos o heridos.

De los 55 hombres enviados a Baler solo 33 militares y dos clérigos franciscanos lograron sobrevivir. Del resto, la mayoría murió de disentería y beriberi, y dos fueron fusilados por deserción.

Sitio de Baler

Eustaquio se salvó milagrosamente de recibir un tiro durante el asedio, porque, instantes antes de un disparo tagalo, había cambiado el ventanuco que vigilaba por el de un compañero, quien fue alcanzado.

El 2 de julio de 1899 los 35 supervivientes abandonaron finalmente Baler, y partieron hacia Manila a donde llegaron el 8 de julio. Allí fueron recibidos con grandes honores.

Se alojaron durante varias jornadas en el palacio de Santa Potenciana, antigua sede de la capitanía general. Mientras duró su estancia se celebraron distintos actos, en honor a los heroicos soldados, representaciones teatrales, visitaron el casino español, fueron fotografiados, incluso se organizó una colecta que llegó a reunir 140 pesos filipinos para cada uno de los soldados.

Esta épica ha sido llevada dos veces a la gran pantalla. La primera en los años 40 del pasado siglo, por el director de cine Antonio Román. Y la segunda en el año 2016 en la cinta “1898: Los últimos de Filipinas” dirigida por Salvador Calvo.

Seguimos con la vida de Eustaquio Gopar

Eustaquio Gopar – nº 23
Eustaquio Gopar – nº 23

Tras regresar a Canarias, a Eustaquio, ya reconocido como héroe, se le hicieron varios homenajes que se prolongaron durante unas semanas. Se hacían actos literarios y musicales con el objetivo de recaudar fondos para el héroe majorero.

Eustaquio Gopar comenzó a involucrarse en la vida política y social de la isla. Llegó a ser Juez de Paz, y Alcalde de Tuineje en dos ocasiones. Durante su mandato como alcalde se adquirió la primera bomba de agua con la que contó Tuineje.

Como el resto de compañeros, tratados como héroes de guerra, recibió una pensión vitalicia de 60 pesetas mensuales. Montó una pequeña tienda, en la planta baja de su vivienda, que era atendida por sus sobrinas. Además de vender diversos productos de primera necesidad, el establecimiento era delegación de Correos y también centralita telefónica.

Eustaquio Gopar tuvo uno de los primeros coches que llegaron a la isla, un Ford de color lila.

Con 68 años de edad y tras haber transcurrido 45 años desde que el majorero abandonara la iglesia de Baler pidió el reconocimiento como teniente honorario para poder aumentar su pensión a 6.000 pesetas al año. Esta petición fue aceptada y de ella se beneficiaron también el resto de los soldados de Infantería que resistieron en la iglesia de Baler. 

Entre los reconocimientos y condecoraciones otorgadas a Eustaquio Gopar destacamos el título de “Hijo predilecto de Fuerteventura”, teniente honorario del Ejército desde julio de 1945 y Caballero de la Orden de Cisneros en 1960.

 El 25 de octubre de 1963 Eustaquio Gopar Hernández falleció a los 87 años de edad. Fue enterrado en el cementerio de Tuineje.

En 1998, coincidiendo con el primer centenario del inicio del asedio a Baler se colocó una placa conmemorativa del ilustre vecino, en la fachada de la casa de Eustaquio.

 Además, tanto Puerto del Rosario como la localidad de Tuineje albergan sendas calles que recuerdan la figura de Eustaquio Gopar: uno de los últimos de Filipinas.