Son tantos los motivos para visitar Las Peñitas que comenzaremos parafraseando el anuncio de Coca-cola de 2007.
Las Peñitas es: Para los deportistas. Para los que les gusta la historia, la geología, el cine, la arqueología. Para los naturalistas. Para los devotos. Para los que buscan aventuras, y descubrir rincones con encanto. Para los que disfrutan del atardecer, de caminar en buena compañía. Para los amantes de la soledad. Para ti. Para nosotros. Para todos.
Lo cierto es que podríamos ampliar más, mucho más esta lista. Pero, mejor comenzamos ¿no?
¿Dónde están las Peñitas?
Las Peñitas, se encuentran dentro del Espacio Natural Protegido Parque Rural de Betancuria. Y, aunque el Barranco de las Peñitas discurre entre el pueblo de Betancuria y la cabecera del barranco de Mal Paso, se suele denominar “Las Peñitas” al espectacular desfiladero de paredes verticales que quedan encajonadas justo después de la presa del mismo nombre, construida en 1937.
Para los que les gusta la geología.
El Parque Rural de Betancuria y, especialmente, Las Peñitas es uno de los sitios más visitados por los apasionados de la geología. Aquí afloran grandes bloques de sienitas y dioritas, materiales plutónicos que se formaron hace más de 100 millones de años, en las profundidades de la corteza terrestre. Las sienitas de Las Peñitas forman una estructura geológica que contrasta brutalmente con el paisaje circundante.
El paraje que se abre ante nuestros ojos es muy similar a los bloques graníticos, que podemos contemplar en las sierras castizas de las Pedrizas, e incluso, en Yosemite (Estados Unidos). En Canarias los bloques graníticos no son tan fáciles de ver, por esta razón, y por ser uno de los lugares predilectos de los escaladores, a Las Peñitas se les ha dado el sobrenombre del “Yosemite majorero”.
Para los que les gusta la historia.
Cuando hablamos de las Grandes Playas de Corralejo, comentamos que, La Playa del Pozo, fue el primer lugar donde los franco-normandos pusieron pie en tierra, en sus ansias de conquistar Fuerteventura. Pero, tras varios días de caminata, y al no encontrar a los aborígenes, regresaron en otra expedición desembarcando por el Puerto de la Peña, actual Ajuy. Esta incursión, de 1402, quedó reflejada en las crónicas de la conquista, y en ella se detalla cómo Gadifer de la Salle y 6 hombres flanquearon el paso por las Peñitas.
Así lo contaron:
Allí se vieron obligados a descalzarse, para pasar sobre las piedras de mármol tan lisas y tan resbaladizas, que sólo puede uno mantenerse a cuatro pies, y aun así, era preciso que los de atrás sustentasen los pies de los de adelante con el extremo de sus lanzas, y después los primeros arrastraban a los últimos. Y cuando se ha pasado al otro lado, se encuentra un valle hermoso y llano y muy agradable.
(…)
Una vez que los franco-normandos dieron con los mahos comenzaron las primeras reyertas y el inicio de la conquista de Fuerteventura, que concluiría dos años más tarde.
Para los devotos y los buscadores de leyendas.
En el margen derecho del barranco podemos ver una coqueta ermita: La ermita de Malpaso.
Esta ermita se erigió, a finales del siglo XV, en el mismo lugar donde, según la leyenda, los frailes franciscanos San Diego de Alcalá y el Padre Juan de San Torcaz, junto con unos pastores, encontraron la imagen de la Virgen de la Peña.
Durante siglos, la ermita de Malpaso albergó la talla de alabastro de la Virgen de la Peña. Pero debido a la dificultad de acceso por parte de los devotos, y a las innumerables caídas que sufrían, se decidió, a mediados del siglo XVIII, construir una nueva ermita que cobijara a la patrona de Fuerteventura, y que además, fuera accesible para todos. Ese templo sería el santuario de la Virgen de la Peña, en Vega del Río Palmas, al que cada septiembre se acercan miles de personas en romería.
Para los cinéfilos.
Las Peñitas es uno de los platós naturales más impresionantes de Fuerteventura. Este paraje ha sido protagonista de varias cintas, reportajes y documentales. Pero, si hay que destacar dos films donde se aprecie la belleza de las Peñitas esas serían Los Eternos rodada en 2019 y “Exodus: Dioses y Reyes”. En esta última el director de cine Ridley Scott eligió la base de las Peñitas para crear un pequeño poblado en el que vivirían, Moisés (Christian Bale) y su esposa Séfora encarnada por la actriz María Valverde.
Por cierto, las palmeras que hay en este paraje son de las pocas palmeras canarias auténticas, pues no han tenido cruces genéticos con otros tipos de palmeras.
Para los aventureros.
Las Peñitas, por su contraste y su belleza natural, no solo han seducido a Hollywood, sino también a todos los que les gusta disfrutar del deporte de aventura, ver atardeceres en entornos diferentes, y la meditación.
Hay un punto, en las Peñitas, que reúne todas esas condiciones. Es una magnífica y bella formación rocosa que la naturaleza ha esculpido caprichosamente, conocida como Arco de las Peñitas. Se encuentra en el Barranco del Rodeo, apenas a 300 metros de la ermita de Malpaso.
Está zona está equipada, para los escaladores, con vías de diversas dificultades. Además desde aquí podrás disfrutar de atardeceres únicos. Entre finales de septiembre y principios de octubre, y durante todo el mes de marzo, verás, desde el Arco de las Peñitas, como el sol se oculta tras el mar de Ajuy. Ayúdate de aplicaciones como Photopills para buscar el punto exacto en el que ubicarte.
¿Cómo llegar a las Peñitas?.
Para llegar al barranco de Las Peñitas tienes dos opciones, una en vehículo propio y otra caminando.
En vehículo:
Hay que ir por la carretera FV-621 en dirección a Ajuy y desviarse hacia Buen Paso. Desde ahí se toma la FV-627, que lleva directamente a una explanada de tierra, donde puedes aparcar el coche. A escasos metros está el inicio de la ruta que conduce a Las Peñitas.
Caminando:
Para acceder a este bello paraje a pie hay que llegar hasta el pueblo de Vega del Río Palmas. Desde la Iglesia de Nuestra Señora de la Peña, cruza la carretera local FV-30 para adentrarte en el Barranco de Río Palmas. Recorre la carretera durante unos 500 metros hasta llegar al restaurante Casa de La Naturaleza. Allí podrás dejar el vehículo y continuar caminando por el sendero local SL-FV 27, señalizado como Vega de Río Palmas-Ajuy. La senda discurre por el fondo del barranco. Llegar hasta la ermita te llevará unos 30 minutos.