Plantas de uso medicinal en Fuerteventura

El aislamiento y la falta de facultativos en Fuerteventura, favoreció, desde tiempos inmemoriales, el aumento de prácticas que podríamos enmarcar dentro del curanderismo y de la sabiduría popular. Curanderos y santiguadores (tanto hombres como mujeres) eran los encargados de aliviar, un poco, la sintomatología de ciertas enfermedades.

A groso modo, diríamos que los santiguadores entrarían dentro del grupo de la hechicería. Se valen de ciertas prácticas extrañas para conseguir sus objetivos. Los curanderos, utilizan sus conocimientos de yerbatería, y remedios populares, para mermar los síntomas de las enfermedades más comunes de los vecinos de la isla, principalmente, las que tenían que ver con riñones, aparato respiratorio, heridas y traumas.

En FuerteventurActiva ya hemos hablado, en otras ocasiones, del uso de tunos y aloe vera como plantas medicinales. También del empleo, desde épocas prehispánicas, de las aulagas, tabaibas y cardones.

Hoy nos adentramos, un poco más, en otras plantas usadas en la medicina popular de Fuerteventura. Eso sí, tienes que ser consciente  de que, esta pequeña lista, así como sus supuestas acciones benéficas, solo la hacemos para difundir el rico patrimonio etnográfico de la isla. No se puede tomar como referente médico o científico. 

Hierba Clín

La Hierba Clín, para los botánicos Ajuga iva, es una de las plantas más usadas y con mayor arraigo popular, para tratar diferentes dolencias. 

En infusiones, y en combinación con otras plantas, como eucalipto,  poleo, se utilizaba como anticatarral, y para disminuir síntomas de la gripe, pulmonías, bronquitis, etc. 

También era un buen analgésico empleado para mitigar los dolores de cabeza, los dolores de muelas, e incluso, los nervios.

Aunque esta planta suele buscar cierta humedad, se desarrolla bien en suelos arcillosos, en cauces secos, laderas y tierras de cultivos abandonados. Era más o menos abundante en Fuerteventura y estaba a la mano de todos.

Es una planta herbácea perenne y anual. Puede alcanzar los 50 cm de altura. Destaca de ella sus flores bilabiadas de color rosado-purpúrea o amarilla, también sus hojas pilosas en una de las variedades que se dan en la isla. 

La Ruda

La ruda es una interesante especie desde el punto de vista medicinal. Los griegos consideraban que tenía el poder de anular los hechizos y las amenazas de las brujas. Todavía se sigue plantando y poniendo en las puertas de las casas majoreras, ramas de ruda, con dicho fin.

La ruda contiene “rutina”, un flavonoide que posee cualidades protectoras y tónicas para las venas y vasos sanguíneos. Usada como tranquilizante nervioso, calma los ataques de pánico, la histeria y la zozobra. Es tonificante del sistema nervioso, antiinflamatoria y antihistamínica.

Es, además, un buen remedio contra los piojos y otros parásitos externos. Para ello hay que lavarse la cabeza con agua tibia, en la que previamente se ha hervido la ruda, y después hay que cubrirse la cabeza durante una hora.

Vinagrerilla roja

Cuando la vinagrera roja (Rumex vesicarius) saca sus frutos globosos a relucir, se convierte en una de las plantas medicinales más vistosas que podemos encontrar por los campos majoreros. 

Las hojas tiernas de la Rumex vesicarius sirven tanto para aliviar la sed, como para usarlas de refrescante o alimento. Es una planta de uso común en diferentes zonas del Sáhara Occidental, Túnez y Libia. Es consumida tanto en crudo como cocida.

Esta planta por su alto contenido en flavonoides, taninos, alcaloides, saponinas, antraquinonas, luteína y β-caroteno es muy usada tanto en la medicina tradicional como en la medicina popular. 

En la medicina popular canaria, se emplea fundamentalmente en tisanas y jugos, son las conocidas “aguas de vinagrera”. Es utilizada para cortar la pulmonía o para aliviar resfriados.

La planta entera también se ingiere para el tratamiento de enfermedades hepáticas, estreñimiento o malas digestiones.

Se usa, además, para tratar problemas de corazón, como analgésico, enfermedades del bazo, flatulencia, dispepsia, vómitos, asma, bronquitis y afecciones cutáneas como la sarna, muy común antiguamente.

Altabaca

La altabaca es una de las plantas que más uso tuvo en la medicina tradicional canaria y que a día de hoy se ha dejado de utilizar.

La altabaca, altabaquera, o matamoscas, es una planta perenne de base leñosa y tallos rectos de olor a resina, que puede llegar hasta el metro y medio de altura. Se caracteriza, sobre todo, porque tiene una sustancia pegajosa-viscosa en tallos y hojas. Las flores son pequeñas y de color amarillo.

Fue utilizada como atrapa-moscas. Se colgaban del techo un buen puñado de ramas enteras. A ellas acudían las moscas atraídas por la sustancia viscosa, en la que quedaban atrapadas.

En la medicina popular ha tenido un uso bastante generalizado, como diurética, febrífuga, analgésica, astringente, estomacal, cicatrizante, vulneraria, y antirreumática.

Cociendo sus tallos y hojas, se emplea para desinfectar y curar las heridas de personas y animales.

Té Canario

Aunque al Bidens Aurea se le denomine Té Canario sus orígenes se encuentran en Norte América. Fue introducida, posiblemente, por su uso medicinal y ornamental.

Estas plantas son conocidas, desde la antigüedad, por sus propiedades digestivas, diuréticas y laxantes.

Tienen efecto analgésico, se usa para atenuar dolores de cabeza, y  disminuir los síntomas de los catarros.

Antiguamente se hacía un infusión con las hojas frescas y las flores de esta planta, con ella se combatía desarreglos del aparato digestivo. También tiene efectos relajantes, por lo que era un buen sustituto de la tila.

Lechuga o acelga de mar

La lechuga de mar es una planta herbácea bianual que podemos encontrar en las zonas del litoral majorero. Se le denomina también servilleta, o servilletero, nombre que procede de su antiguo uso, como sustituto natural para la higiene de manos, boca, etc.

La Lechuga de mar tiene empleo medicinal gracias a sus propiedades antiescorbúticas, estimuladoras estomacales y reguladoras de la menstruación.

Esta lista, es solo una mínima representación del saber popular de la isla y, sin duda, nos han quedado en el tintero, muchas más plantas, usadas en la medicina tradicional de Fuerteventura. 

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